CapÃtulo 282
28. Intersección
"¡... Hyung!"
Sa-young se levantó forzando sus piernas inmóviles. No puedo dejarlo ir asÃ. Tengo que atraparlo. No creas que volverá. Una maraña de pensamientos se arremolinaba en su cabeza. Pisoteó los libros esparcidos por el suelo mientras perseguÃa la silueta que desaparecÃa. Su cuerpo se tambaleó. Sa-young estaba seguro. Que conocÃa a Cha Eui-jae mejor que nadie.
Bang, su hombro chocó contra una estanterÃa. Los libros cayeron en cascada. Sa-young siguió adelante sin prestar atención. Sus ojos húmedos nublaban constantemente su visión. Pero, ¿qué hay del héroe? Mucha gente conoce al héroe. Las historias de J eran innumerables. El héroe que salvó a innumerables personas y trajo estabilidad. El héroe que se enfrentó a incontables monstruos y dejó un legado. El héroe sacrificado que se lanzó sin dudarlo a la Grieta del Mar Occidental. El héroe que regresó milagrosamente cuando todos pensaban que habÃa muerto. El héroe que era el primero en lanzarse al campo de batalla y el último en abandonarlo.
Sin embargo, la gente no conocÃa a Cha Eui-jae, y Sa-young no conocÃa al héroe.
"¡J!"
Para él, J era la única existencia que habÃa escuchado su voz, tomado su mano y lo habÃa salvado...
"¡Detente ahÃ!"
Para él, Cha Eui-jae era simplemente una persona tonta y adorable.
Esa fue la arrogancia de Sa-young.
Él no conocÃa al héroe. No conocÃa el rostro del héroe, ni la historia oculta detrás de la máscara negra. Detrás de la máscara no estaban unas orejas que se sonrojaban fácilmente, ni unos ojos que evitaban sutilmente la mirada, ni cejas que se fruncÃan cuando se enojaba, ni labios enrojecidos de tanto mordérselos, ni comisuras de la boca que balbuceaban, ni expresiones de disgusto, ni mejillas afiladas que se calentaban rápidamente, ni un rostro que sonreÃa con cariño.
"¡Espera un momento, hyung!"
Un rostro del que no se podÃa leer ninguna emoción. Una expresión inexpresiva extraña pero familiar. Solo existÃa el héroe que cumplÃa mecánicamente con su deber. Sa-young corrió empujando a la gente que pasaba. Ignoró todos los gritos. Por más que corrÃa, las estanterÃas similares continuaban sin fin. Era imposible alcanzar a Cha Eui-jae. Como si estuviera atrapado en un laberinto interminable.
¿Adónde se habÃa ido el Cha Eui-jae que actuaba de manera caótica? ¿Adónde se habÃa ido el Cha Eui-jae que sonreÃa cariñosamente al ver a Ha-eun? ¿Adónde se habÃa ido el Cha Eui-jae que cuidaba despreocupadamente de sus clientes habituales? ¿Adónde se habÃa ido el Cha Eui-jae que lloraba ante los restos de sus compañeros? ¿Adónde se habÃa ido el Cha Eui-jae que se sonrojaba y se ponÃa rÃgido cada vez que se besaban?
Los pensamientos complicados fueron desapareciendo uno a uno. Lo último que quedó fue una interminable duda. TenÃa curiosidad por Cha Eui-jae. TenÃa curiosidad por el héroe. Sa-young apretó los dientes.
¿En qué estás pensando?
¿Qué te preocupa tanto?
¿A qué le tienes tanto miedo?
¿Qué te hizo asÃ?
Sa-young necesitaba saberlo.
QuerÃa saberlo todo. QuerÃa adentrarse en la mente de Eui-jae en profundidad. QuerÃa enredarse como un animal que se lame las heridas.
QuerÃa ser la única persona que supiera todo sobre él.
‘¡Maldición...!’
Pero no puede entenderlo. Incluso si buscaba en los recuerdos del invitado no invitado, que se habÃa fundido con él no podria entenderlo.
Los pensamientos y emociones detrás su inexpresividad debÃan estar guardados en su interior. Al igual que las historias que Sa-young guardaba dentro de sà mismo.
‘¡Mierda...!’
Finalmente vio el final de las estanterÃas. Sa-young salió de entre las estanterÃas enredadas como un laberinto. Se veÃa un amplio vestÃbulo. Varias personas iban apresuradamente por su camino. Sin embargo, por más que mirara alrededor, no se veÃa a Cha Eui-jae. Aunque preguntó a la gente que pasaba, nadie lo conocÃa. Sa-young respiró hondo.
"...Asà que vas a jugar asÃ, ¿eh?"
Sus ojos violetas brillaron intensamente.
"Veamos qué puedes hacer."
* * *
86 horas hasta la muerte de Cha Eui-jae.
Fwoosh―
Una enorme lanza atravesó el plexo solar del monstruo. Plop, plop, gotas de sangre blanca salpicaron la máscara negra. Fue una muerte silenciosa, sin siquiera un grito.
El silencio se instaló. Eui-jae levantó lentamente la cabeza para examinar los alrededores. Ya no se sentÃa la presencia de más monstruos cerca. Parece que los habÃa eliminado a todos. Retiró la lanza y saltó ligeramente desde la montaña de cadáveres apilados. Splash, se oyó un sonido viscoso. Probablemente habÃa pisado un charco de sangre.
"......"
Una brisa frÃa le acarició el cabello. Eui-jae se frotó la máscara con la manga para limpiarla. Al mismo tiempo, empezó a toser. Cof, cof, la tos persistió por un rato. Eui-jae se frotó la garganta irritada. Gracias a sus sentidos agudizados, podÃa sentir cada cambio en su cuerpo. Su cuerpo estaba cambiando. Lenta pero seguramente.
‘En 86 horas....’
Poco más de 3 dÃas restantes. Eui-jae miró fijamente los números, pensativo. Una inquietud que ni siquiera la caracterÃstica de <Poker Face> podÃa ocultar completamente permanecÃa como una astilla.
El Eui-jae de este mundo conocÃa su muerte. Ahora Cha Eui-jae también lo sabÃa. Por qué no lo habÃa evitado.
La mutación ocurre principalmente en personas que tienen contacto con el blanqueamiento, y es más probable que ocurra en civiles que en Despertados. Y Cha Eui-jae a veces... pierde sus habilidades y se convierte en una persona corriente.
"......"
La mutación no dejó pasar esa pequeña brecha. Probablemente habÃa estado progresando gradualmente cada vez que perdÃa sus habilidades. Solo que no se notaba porque los perÃodos sin habilidades eran relativamente cortos.
Eui-jae apretó y aflojó el puño.
"Probablemente querÃa morir antes de convertirse en un monstruo."
Cuanto más se profundizaban el miedo y el terror repentinos, más recuerdos enterrados resurgÃan. Eui-jae no se resistió a los recuerdos que afloraban, sino que se movió de acuerdo a ellos. De todos modos, resistirse no cambiarÃa nada.
Después de darse cuenta de su propia muerte, J fue a buscar a Nam Woo-jin y a Jung-bin para pedirles que le asignaran más trabajo. Por supuesto, ellos se opusieron, pero no pudieron rechazar la opinión de J.
"No puedo quedarme acostado para siempre cuando falta personal."
"Pero..."
"Está bien. Yo sé mejor que nadie el estado de mi cuerpo. Lo haré con moderación."
Jung-bin dio su permiso después de mucha deliberación. Quizás era algo natural. En el momento en que J se uniera, se podÃan ahorrar numerosas fuerzas. Nam Woo-jin se quejó hasta el final, pero finalmente accedió.
Desde el momento en que obtuvo el permiso, J comenzó a deambular por el exterior. Mazmorras, grietas, zonas de blanqueamiento prohibidas... No discriminaba ningún lugar. Iba a donde fuera que se necesitara su fuerza. Ni siquiera dormÃa. Otros podrÃan haber pensado que estaba loco, pero Eui-jae lo entendÃa.
Esto era una lucha. Una lucha por no querer morir, y al mismo tiempo por dejar su huella hasta el final. Porque no querÃa ser olvidado. La lucha de alguien que querÃa permanecer como un héroe hasta el final.
Mientras seguÃa los recuerdos de J, Eui-jae no pudo evitar un pensamiento fugaz.
‘Si fuera el último momento... ¿No serÃa mejor estar con la persona amada?’
Sin embargo, pronto descartó ese pensamiento. Porque en el momento en que Eui-jae se apuñaló a sà mismo, recordó el rostro de Lee Sa-young. El Sa-young de ese momento realmente...
Eui-jae se frotó el cuello con una expresión amarga.
‘Es comprensible que no quisiera mostrárselo.’
Llegar a entenderse a sà mismo era una experiencia bastante peculiar. Sacudió la sangre de la lanza con un movimiento brusco. Aún quedaba algo de tiempo hasta su muerte. Afortunadamente, Eui-jae sabÃa qué evento ocurrirÃa el dÃa de su muerte.
La escena que habÃa visto en el fragmento de la estudiante Ga-eul... El dÃa que ella fue a buscar el lugar donde vivÃa. J la ayuda a escapar y luego se queda solo para detener a los monstruos. Probablemente encontró la muerte asÃ.
‘Además…’
Eui-jae recordó la escena que habÃa visto en el mundo creado por "Lee Sa-young". El J que estaba abrazado en los brazos de ese tipo estaba herido, pero aún tenÃa forma humana.
‘Si murió con forma humana…’
Significa que murió antes de mutar en un monstruo. Objetivo cumplido. Eui-jae estiró ambos brazos después de organizar mentalmente todas las etapas de la muerte que pronto llegarÃa. Aunque las emociones que aún permanecÃan incómodamente le molestaban, era mejor que cuando apenas podÃa mantenerse en pie.
"Bien..."
Por cierto. Eui-jae comprobó las letras que aparecÃan en la pantalla. Aunque el tiempo restante disminuÃa constantemente, la tasa de sincronización seguÃa en 100%. Se suponÃa que si el cuerpo morÃa en estado sincronizado, el alma de Cha Eui-jae también morirÃa.
‘¿Cómo resuelvo esto?’ Eui-jae se frotó la barbilla. ¿Qué métodos hay para reducir la tasa de sincronización? ¿DeberÃa separar el “yo”? Pero, ¿cómo se separa el “yo”?
Mientras Eui-jae se sentaba con las piernas cruzadas sobre un escombro sobresaliente y se reflexionba, ocurrió algo.
Brrrrrrrrrrrrrrrm....
Con un estruendoso ruido de escape, algo se acercaba rápidamente desde la distancia.
Eui-jae levantó la cabeza. Esta deberÃa ser una zona prohibida, ¿qué podrÃa ser? Aunque querÃa identificar qué era, no podÃa verlo, asà que no podÃa determinarlo. Eui-jae entrecerró los ojos y miró fijamente hacia donde venÃa el sonido. Y entonces.
"...Mierda."
Vio una llama violeta que se acercaba ferozmente hacia él. Eui-jae agarró apresuradamente la lanza y se puso de pie. Su mente giraba rápidamente por la conmoción. No, ¿ese tipo no tenÃa licencia? ¿No andaba siempre pidiendo prestados los coches de otras personas? ¿En qué viene?
Sin embargo, no tuvo tiempo de pensar más.
‘Por ahora…’
Eui-jae pateó el suelo.
‘¡¡Tengo que huir!!’
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