CapÃtulo 310
32. El sueño de la mariposa (í˜¸ì ‘ì§€ëª½)
N/T "í˜¸ì ‘ì§€ëª½" se traduce al español como "El sueño de la mariposa". Este término proviene de una historia filosófica china que explora la naturaleza de la realidad y los sueños. Según el clásico filosófico chino Zhuangzi, el gran pensador taoÃsta de ese nombre se quedó dormido un dÃa y soñó que era una mariposa. Cuando despertó, no sabÃa si realmente era un hombre que habÃa soñado que era una mariposa o si era una mariposa que ahora soñaba que era un hombre.
Según mis investigaciones soñar con una mariposa puede significar que la persona está pasando por un momento difÃcil.
Han pasado 3 dÃas desde que el niño escapó. Gyu-gyu visitó solo varias veces la capilla de Prometeo, pero afortunadamente parece que no se dieron cuenta de la ausencia del niño. La seguridad no se ha reforzado, según él. ¿Habrá mentido bien ese sujeto de experimento? ¿O quizás la desaparición de un niño asà no es algo que les preocupe? Es difÃcil saberlo.
Se decidió que Nam Woo-jin se encargarÃa del niño rescatado. Jeong-bin, Gyu-gyu, Nam Woo-jin y J. Los cuatro se reunieron en una pequeña sala de vigilancia. Nam Woo-jin observaba al niño dormido a través del espejo mágico mientras hablaba.
"Las personas que experimentan la mutación de una sola vez son civiles. Aquellos que experimentan mutaciones parciales son... en su mayorÃa personas bajo la influencia del Sistema."
"Pero ese niño no es un Despertado, ¿verdad?"
"A nivel mundial, ¿La mayorÃa no despiertan solo a partir de la escuela secundaria y superior?"
"Asà es."
"Bueno, si son demasiado jóvenes, podrÃan morir por no poder soportar la habilidad del Despertar. Parece que el Sistema considera muchas cosas. Digamos que es un potencial Despertado marcado por el Sistema..."
Tiene sentido. Incluso Cha Eui-jae despertó cuando estaba en la escuela secundaria. Él asintió con la cabeza. Jeong-bin le golpeó suavemente el brazo y preguntó.
"En fin... J-nim se infiltró y rescató al niño... ¿Cuál fue el resultado de la infiltración de Gyu-gyu-nim?"
"¿Eh? ¿Yo?"
Gyu-gyu respondió mientras enrollaba su cabello con el dedo.
"Es solo una religión de culto, una secta~ Rezan, escuchan a alguien llamado profeta, lloran y suplican, rogando que curen a sus hijos, amigos, parejas."
"..."
"Bueno, supongo que no sabÃan que los usarÃan como sujetos de experimentos humanos~"
Gyu-gyu sonrió con desdén. Jeong-bin miró a Gyu-gyu con una expresión de desaprobación poco común, se pasó la mano por el cabello y suspiró.
"Está bien lo entiendo por ahora. Gyu-gyu-nim, ¿podrÃa seguir infiltrándose periódicamente?"
"¿Eh? ¿Quieres contratarme? Mi tarifa es cara."
Gyu-gyu juntó el pulgar y el Ãndice formando un cÃrculo. Jeong-bin respondió con una suave sonrisa.
"De todos modos seguirá yendo, ¿no? Porque es un buen hijo. Pagaremos por la información."
"Ah... es cierto. Todos los informantes se han vuelto locos. ¿Asà que quieres explotarme~?"
"Jaja. Por supuesto que no. Le pido esto porque es muy hábil."
"Mentira. DeberÃa cobrar un extra por ofenderme."
Chispas volaron entre sus sonrisas. Nam Woo-jin, que estaba recibiendo un informe de un chico que apareció de repente, gritó enojado.
"¡Si van a pelear, salgan a hacerlo afuera! ¡Fuera!"
"Ay, qué quisquilloso."
Gyu-gyu salió refunfuñando y arrastrando los pies. Eui-jae suspiró y detuvo a Jeong-bin, que se estaba arreglando la ropa.
"Disculpe, Jeong-bin-ssi."
"SÃ, J-nim. DÃgame."
Jeong-bin respondió con una suave sonrisa. Eui-jae dudó sobre qué decir, pero finalmente preguntó directamente.
"¿Hay alguien en el equipo que muestre sÃntomas de mutación?"
"¿Qué? ¿SÃntomas de mutación?"
Jeong-bin abrió los ojos como platos. Eui-jae habló apresuradamente como una ametralladora.
"Si de repente el cabello o la piel se vuelven blancos, o si aparecen escamas, pelo o plumas en el cuerpo..."
"Hmm, que yo sepa no... ¿Acaso sabe algo?"
"...SerÃa mejor que tenga cuidado."
Las palabras: "Morirás a manos de esa persona" no salieron fácilmente de su boca. Aunque le hubiera gustado quedarse junto a Jeong-bin, su prioridad era abrir la puerta de la mazmorra cerrada. Eui-jae miró de reojo la puerta abierta de par en par y añadió.
"No se quede solo, asegúrese de estar siempre con alguien que no sea del equipo."
"..."
"Es importante."
El sonido de dados chocando resonó como una respuesta.
* * *
En el calabozo subterráneo de Jongno 3-ga, los investigadores estaban reunidos bailando.
"¡Cielos! ¡Miren este resplandor!"
"Es tan hermoso... Ah, ¡poder ver en persona la piedra mágica del Mercado Tomate!"
"¡Con esto tendremos energÃa de sobra!"
En realidad no era un baile, sino gestos de emoción. Se movÃan agitando brazos y piernas como un grupo de monos que descubre el fuego, reunidos en cÃrculo. En el centro, Kokko extendÃa valientemente sus alas con la piedra mágica en el pico.
Eui-jae observaba la escena sentado a cierta distancia, con la barbilla apoyada en la mano.
Después de rescatar al niño y dejarlo a cargo de Nam Woo-jin, Eui-jae contactó a Hong Ye-seong. Era para verificar la piedra mágica que le habÃa entregado.
"¿Eh? ¿Que si usé la piedra mágica? ¡No! Es un objeto muy valioso. Tengo como 100 ideas sobre qué hacer con ella. Estoy en la etapa de pensar cómo crear algo perfecto. ¿Por qué preguntas?"
"...¿PodrÃas devolvérmela?"
"¿Qué? ¿Cómo me pides que te devuelva algo que me diste?"
"Por favor."
"...¿Eh?"
"Te lo pido solo esta vez. Por favor."
"...Espera, espera, ¿estás bien?"
Eui-jae no pudo responder. Buscó las palabras por un largo rato, pero no encontró nada que pudiera decir. No estaba bien. Para nada bien. Cada vez que cerraba los ojos, recordaba la imagen de la criatura retorciéndose dentro de la vidriera de cristal.
QuerÃa ver a Lee Sa-young ahora mismo.
Hong Ye-seong pareció notar que algo no andaba bien, pues declaró que le devolverÃa la piedra mágica sin preguntar más.
"¡Somos amigos!"
Y ahora, Kokko habÃa aparecido con la piedra mágica en el pico.
Después de presumir, Kkokko entregó la piedra mágica a un investigador. Luego se acercó trotando a Eui-jae y se acomodó en su regazo. Eui-jae acarició la suave cabeza de Kkokko con los dedos.
"Dile a tu dueño que se le agradezco."
"Kko-ok."
Kkokko asintió con la cabeza. Poco después, alguien gritó:
"¡J-nim! ¡Prepárese por favor!"
Eui-jae dejó a Kkokko en el suelo y se paró frente a la pared sin salida. Respiró hondo. Tocó la pared. Una frÃa sensación se transmitió a través de su palma. Woo-woo-woong, el pasillo comenzó a vibrar. Era un eco notablemente más fuerte que antes.
¡Fwash!
El pasillo brilló con una luz blanca. Una fuerza poderosa golpeó la espalda de Eui-jae. Él concentró la ola de energÃa que fluÃa en un solo punto, para que se transmitiera a través de su palma hacia la puerta cerrada. Su cuerpo se sacudió por dentro. Eui-jae apretó los dientes. Sintió que algo se formaba en su palma.
"¡Solo un poco... más!"
Eui-jae concentró toda su mente en su palma. Hizo que lo que se habÃa formado fuera un poco más grande, más grande.
Finalmente.
Pop, la energÃa se expandió enormemente.
Se escucharon vÃtores detrás. Extrañamente, los sonidos parecÃan lejanos. ¿SerÃa porque habÃa usado toda la energÃa de su cuerpo? No tenÃa fuerzas. Eui-jae abrió los ojos lentamente. La entrada azul por la que habÃa pasado varias veces ondulaba justo frente a él...
"...Lo logré."
Su corazón latÃa con fuerza. Las comisuras de sus labios se elevaron.
"Podré encontrarme con él."
En el momento en que iba a darse la vuelta, sus piernas se tambalearon violentamente.
"Ah, maldición."
Su cuerpo se inclinó hacia el portal. ¡J-nim! Los gritos de la gente se alejaban. Bueno, no importa. De todos modos iba a entrar. Eui-jae se entregó al portal que lo succionaba sin resistencia.
Reflexionó con la mente nublada.
"Espérame, Lee Sa-young..."
Fue entonces cuando, justo antes de que Eui-jae cerrara los ojos, una ventana blanca apareció en su campo de visión. Estaba llena de texto, pero con su mente borrosa no podÃa leerlo en absoluto.
¿Qué, advertencia? ¿Individuo Cha Eui-jae? ¿Cambio? Eui-jae agitó el brazo vagamente. Su cuerpo y su mente comenzaban a hundirse en una profunda oscuridad.
"Cuando abra los ojos, me lo mostrará de nuevo..."
Con una extraña fe en el Sistema.
***
Toc.
Toc.
Algo estaba golpeando suavemente el costado de Eui-jae. Mmm, ¿qué es...? Eui-jae se removió. De nuevo, toc, algo golpeó su costado. Probablemente... parecÃa ser la punta de un zapato.
Qué tipo patea el costado de alguien. Eui-jae levantó la cabeza con el ceño fruncido. Una gran sombra negra se alzaba imponente. Un aroma dulce flotaba en el aire.
Eui-jae abrió los ojos de par en par.
"...¡Lee Sa-young!"
Lee Sa-young giró la cabeza. Un rostro pálido, mucho más demacrado y afilado que la última vez que lo vio, ojos púrpura profundamente hundidos, todo quedó grabado en su mente. Eui-jae, sin poder ocultar su alegrÃa, se incorporó tambaleándose. Y extendió ampliamente ambos brazos hacia Lee Sa-young.
"¡Sa-young!"
Sin embargo.
"...Huu."
Un breve suspiro claramente irritado fue la respuesta. Lee Sa-young miró a Eui-jae con rostro inexpresivo, y luego,
simplemente,
"..."
Pasó de largo junto a Eui-jae. Whoosh, sopló el viento. Era una actitud sorprendentemente frÃa. Las puntas de los dedos que se habÃan extendido hacia él se encogieron. Eui-jae miró la espalda de Lee Sa-young con expresión atónita.
¿Qué está pasando? ¿Me está ignorando? ¿A mÃ?
Bueno, aunque esperaba... honestamente esperaba un poco un reencuentro conmovedor hasta las lágrimas. Eui-jae hizo un puchero. ¿Acaso solo yo te echaba de menos?
"...¿Quizás está enojado?"
¿Estará enojado porque me fui asà la última vez? TendrÃa sentido. El humor de Lee Sa-young solÃa retorcerse como un pretzel por cualquier cosa. Maldición, apenas llego y ya tengo que empezar consolándolo como a un bebé.
"Oye, Lee Sa-young..."
Eui-jae se puso de pie. Justo cuando iba a correr para agarrar el brazo de Sa-young.
"...Tsk."
¡Crack!
Una gran mano agarró el cuello de Eui-jae sin vacilar. Lee Sa-young levantó la mano que sujetaba el cuello. Eui-jae abrió los ojos como platos. Sus pies se despegaron del suelo. Eui-jae rápidamente agarró la mano y la muñeca que apretaban su cuello.
Una voz frÃa murmuró:
"No sé de dónde habrás salido..."
Los frÃos dedos presionaron el cuello sin piedad. Eui-jae apretó los dientes. Cada vez le costaba más respirar. Los ojos púrpura hundidos brillaban intensamente. Lo que se reflejaba en esos ojos era...
"DeberÃas fijarte contra quién te enfrentas antes de atacar... ¿eh?"
Sed de sangre.
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